Las puertas de interior son muy importantes en la estética de la casa porque al entrar en la misma son lo primero que se ve junto con el pasillo. Por eso es importante elegirlas bien y escoger a un buen carpintero para que las coloque.
Unas puertas de calidad y bien puestas harán que la casa se vea mucho más bonita, pero también aportan otras ventajas, como por ejemplo el aislamiento de los ruidos o del frío.
Tanto si se escoge una puerta corredera como si se opta por un modelo abatible, hay tres claves básicas para acertar al elegirlas y quedar satisfechos con ellas.
1.Escoge puertas de madera
La madera es, sin lugar a ninguna discusión, el material más bonito para las puertas de interior. Pero esto no quiere decir que tengas que elegir madera maciza para tus puertas, porque en muchos casos estas podrían ser excesivamente pesadas o caras sin que se justifique demasiado dicha inversión.
No compres tampoco puertas huecas, pues estas puertas se dañan con mucha facilidad, pero sí pueden tener una plancha de madera y un interior de otros materiales más económicos, que le den consistencia y fuerza a la puerta pero que abaraten los costes.
2. Busca a un buen profesional que las coloque
Por muy bonitas que sean las puertas, si no están bien colocadas no te van a servir de mucho porque acabarán descolgándose, arañando el suelo, cerrando mal o haciendo ruidos.
Un profesional se encargará de colocar el premarco si no vale el que ya hay, el marco y la puerta de modo que todo encaje perfectamente y que se adapte perfectamente al hueco que se tiene. De este modo, las puertas estarán perfectamente durante muchos años y podrás abrirlas y cerrarlas sin problema siempre que se les dé un uso normal.
3. Elige un modelo atemporal
Con frecuencia ocurre que nos dejamos llevar demasiado fácilmente por las modas y nos encontramos con que las puertas tan llamativas que hemos comprado acaban cansándonos al cabo de dos años y, además, se ven ya un poco desfasadas.
Si quieres unas puertas que soporten bien el paso del tiempo elige modelos atemporales, que si bien encajen en los gustos del momento no sean demasiado permeables a la moda. Puertas sobrias, elegantes y con la belleza de la madera que te permitirán disfrutar de ellas muchos años.