Muebles auxiliares para la entrada

El recibidor de nuestro hogar tiene mucha más importancia de la que solemos pensar. No en vano, salvo en raras excepciones, se trata de lo primero que ven nuestros invitados al entrar en casa, lo que para bien o para mal lo convierte a todas luces en la tarjeta de presentación de la vivienda.

Por este motivo, la elección de los muebles auxiliares para la entrada de nuestra casa no debe tomarse ni mucho menos a la ligera. El estilo decorativo por el que apostemos en el hall recibidor marcará -o al menos debería determinar- en gran medida el del resto de la casa. Existen una gran variedad de opciones para elegir. Los amantes del estilo moderno encontrarán en las consolas de diseño sus grandes aliadas. Realizadas normalmente en materiales de gran atractivo visual y de primera calidad como el acero inoxidable o el vidrio, darán un aire de sofisticación, elegancia y exclusividad a la entrada del inmueble.

Muchos/as otros/as no pueden resistirse ante el encanto de las consolas vintage, elaboradas por lo general en diferentes tipos de madera y acabadas con preciosos efectos decapados o envejecidos que les confieren un bello y evocador toque antiguo. Estos recibidores son una solución perfecta si lo que buscamos es crear una entrada ecléctica en la que se entremezclen diferentes estilos.

Las consolas o muebles de entrada que combinan hierro y madera son las opciones ideales para crear un recibidor de estilo industrial, una tendencia cada vez más en auge, cuyo origen reside en la decoración de los lofts neoyorquinos, pero que progresivamente se ha ido extendiendo a todo tipo de viviendas y rincones del mundo.

Las consolas realizadas íntegramente en maderas de mindi o acacia y acabadas en color nogal son las opciones más adecuadas para crear una entrada de cálido estilo colonial, al igual que las consolas con patas isabelinas son una excelente solución para conferir un bonito y elegante aire clásico al recibidor.

Al final, como en la conformación de cualquier otra estancia, de lo que se trata es de elegir las piezas que mejor se adapten a nuestros gustos y necesidades y hacerlas nuestras, es decir, crear con ellas un ambiente que nos identifique y posea nuestro sello más personal.