3 Características de las sábanas de verano

El algodón es sin duda el tejido más transpirable y el más respetuoso con la piel, por lo que es perfecto para las sábanas de verano. Y dentro del algodón, podemos destacar el percal, que es el más suave y de tacto más agradable, lo que lo convierte en una gran alternativa para esta época del año.

Veamos detenidamente las tres características de las sábanas de verano perfectas, sabiendo que todas ellas serían 100% algodón.

1. Son transpirables

Las sábanas de verano ayudan a que el cuerpo se mantenga seco aunque se sude. La humedad pasa a la parte superior de la sábana ya que esta solo recoge una pequeña parte, y se evapora. Así, no se tiene esa molesta sensación de estar empapado o durmiendo en una especie de invernadero como ocurre con la ropa de cama de poliéster de mala calidad.

Esta ropa de cama es además muy fina, lo que permite que se pueda lavar tanto como sea necesario eliminando así el sudor que haya podido quedar impregnado en ellas. Secarán muy rápido y se podrán volver a usar tan pronto como se necesiten.

2. Son ligeras

Estas sábanas son muy finas y ligeras lo que facilita que el aire circule y que se renueve, por lo que no se crea esa sensación de aire caldeado y pesado que se respira en algunas camas y que obliga a ventilarlas durante la noche porque se hacen agobiantes.

Con estas sábanas tan ligeras las personas que no son capaces de dormir sin taparse con nada no se sentirán agobiadas ni siquiera en los días más cálidos, pudiendo descansar plácidamente toda la noche.

3. Sus estampados son frescos

Los estampados de las sábanas de algodón 100% siempre tienden a ser suaves y a utilizar colores pastel muy relajantes y que favorecen el descanso. En el caso de las sábanas de verano se puede apostar por los tonos más claros, que siempre dan una mayor sensación de frescor y por los motivos florales que se relacionan con el buen tiempo.

Pero, si se desea, se pueden escoger sábanas de algodón en tonos lisos claros, muy elegantes y aptas para camas tanto de niños como de adultos. Los tonos clásicos como los rosas y azules suelen ser los favoritos, aunque el blanco también gusta mucho porque visualmente nos hace sentir que la cama es muy fresca.

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