Seguramente a estas alturas todos habremos visto el anuncio de unos conocidos grandes almacenes de decoración y muebles en el que se nos invita a redecorar nuestras terrazas y la revindican como espacios poco cuidados de la casa. Dejando de lado todo componente publicitario, bien es cierto que al anuncio no le falta razón y no son pocas las terrazas que, ya sea por poco espacio, por pasar desapercibidas o por ser demasiado amplias, pasan a un estado de abandono cuando se pueden convertir perfectamente en el rincón predilecto de la casa. De hecho, al final del spot podemos apreciar como de espacios vacíos y sin vida pasan a envidiables lugares que todos quisiéramos tener en nuestra vivienda, ¿cómo reformar y decorar una terraza? Os damos varias claves.
El verde siempre presente
Si hay unos elementos infalibles y que hacen de nuestra terraza un lugar acogedor y agradable sea del tamaño que sea y tenga las posibilidades que tenga, esos son las macetas y las plantas en general.
Da igual la fisionomía de nuestra terraza, que sea toda una espectacular azotea o un simple balcón: siempre que pongamos los elementos naturales adecuados y los mantengamos con un buen aspecto nos lucirá impecable y nos ahorrará complicaciones sobre cómo aprovechar el espacio.
Usa maceteros de gran tamaño donde realizar combinaciones de varias plantas si dispones de un amplio terreno, aprovecha fachada y barandillas si no es así para colgar las macetas sin que te coman más espacio del necesario y, sobre todo, si no destacas por tus dotes jardineras, elige variantes resistentes y que aporten color y frondosidad sin demasiados cuidados como geranios o helechos.
No despistes los acabados
Tanto la pintura exterior como el suelo de la terraza debe ser el apropiado para aguantar su uso o incluso su desuso. Hay suelos que aguantan mejor que otros los inconvenientes de encontrarnos en la intemperie como las inclemencias del tiempo, los posos de polvo, hojas u otros elementos etc. y con un simple barrido vuelven a lucir impecables.
Es el caso de la cerámica de gres por ejemplo, con acabados que la aproximan a la cerámica de barro, que da un toque rústico y natural, pero aportando mayor resistencia y sin requerir demasiados cuidados. Por tanto, si tu terraza se limita a un uso estacional, mejor acabados que permitan la puesta a punto en cuestión de minutos y no costosas tareas de mantenimiento.
Amuéblala
¿Quieres que luzca como cualquier otra estancia? Pues entonces, ¿por qué no te esfuerzas en decorarla como lo harías con tu habitación? Cuenta con ideas de interiorismo, elige muebles que le vayan bien y acorde con tu idea de cómo aprovecharla, pero sobre todo, evita que se convierta en el trastero de toda la casa donde depositar aquello que no usas o reaprovechar aquello que se te ha quedado obsoleto.
Las mesas y sillas de terraza deben estar pensadas para la terraza específicamente, y no simplemente recoger aquellas que ya no te gustan para tu salón por ejemplo.
Siempre te quedará la posibilidad de realizar un cerramiento…
Si aun así lo has intentado todo o piensas que no es un espacio hecho a medida para ti, no tienes por qué renunciar a su uso. Mira cómo te puede ser de mayor utilidad la terraza y adécuala para ese uso con el mayor gusto posible (insistimos: no es el lugar para acumular trastos sin más, pero si se convierte en eso, que al menos no reine el caos), y si la normativa de tu edificio lo permite, estudia la posibilidad de realizar un cerramiento que te permita aprovechar todos esos metros cuadrados extra e integrarlos en el salón o en cualquier otra estancia contigua.