El dormitorio: más que una cama para nuestros hijos

El dormitorio es de las estancias más especiales de la casa, pero no únicamente por ser el espacio donde dormimos y donde guardamos nuestras pertenencias más personales: la razón es porque es “nuestro espacio”.

Aunque el salón de la casa por ejemplo, tenga impreso nuestro estilo y nuestro gusto, no deja de ser una estancia que dedicamos para compartir con las visitas, realizar celebraciones etc. Cocina y baños pueden tener también un color o estilo determinado afín a nuestra personalidad pero no dejan de ser estancias funcionales. El dormitorio no: el dormitorio es nuestro palacio, nuestro refugio, por ello no lo debemos limitar a su uso a una cama y un armario y comenzar a sacarle todo el jugo posible.

¿Qué ocurre cuando ya no sólo hablamos de nuestro espacio, sino que tenemos que decorar y conformar el que va a ser el de nuestros hijos? En estos casos debemos tener especial cuidado en que, a pesar de que la decisión sea nuestra, le creemos un ambiente apropiado a su gusto. Casos en los que contar con la posibilidad de adquirir todo lo necesario de un dormitorio infantil en Dormitorios Temáticos no sólo les crea un mundo a medida, sino una forma de estimular su imaginación y hacerles crecer y sentir plenamente cómodos en un espacio hecho a su medida.

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Una forma de expresión

La importancia pedagógica que tiene que un niño, desde que comienza a despertar su curiosidad por el mundo y por todo lo que le envuelve, se exprese tal como siente, tal como piensa, es fundamental.

Siempre dentro de los límites educacionales obviamente, pero sin “someterlo” al gusto de terceros como nos ocurre a los padres, que en muchas ocasiones caemos en la tentación de pintar y decorar la habitación de nuestros hijos como quisiéramos que hubiese sido la nuestra, con nuestro color favorito o incluso con elementos con los que queremos que nuestro hijo se acerque a nuestras aficiones (una bufanda de equipo de fútbol, un poster de nuestra película favorita…), es muy importante que el niño se envuelva de un entorno hecho a su medida.

Un ejemplo práctico es que en muchas ocasiones nuestros hijos comienzan a mostrar afición y gusto por ciertas profesiones desde temprana edad y, por considerar erróneamente que son demasiado jóvenes para decidir en qué invertir su futuro, no desarrollamos todo su potencial, ¿qué sería de nuestras grandes estrellas del fútbol si sus padres no hubiese creído en ellos desde bien pequeños? Imaginaros hasta dónde podría haber llegado Messi o Cristiano Ronaldo si además de unos padres que lo apoyaban en todo, hubiesen tenido una habitación totalmente decorada como un estadio.

El mejor estímulo desde que se despiertan

Continuando con la idea anterior, que nuestro hijo se despierte rodeado de una hinchada que desde su imaginación le jalea y le anima a alcanzar sus sueños, al igual no lo hace mejor futbolista, pero sí que lo envuelve de un estado de confianza por el cual sabe que si se lo propone, sólo él se marcará sus límites.

Límites que no tienen que estar exclusivamente delimitados por el balón: un ambiente creativo como el que proporciona estudiar sobre una portería despierta su imaginación, y le ayuda a tener diferentes perspectivas de la realidad: una habilidad muy apreciada en cualquier ámbito social y profesional.

Su rincón, su espacio personal

Por último no sólo tenemos que ver en la decoración personalizada de la habitación de nuestro hijo una herramienta pedagógica: una habitación tematizada acorde al gusto de nuestro ser más querido le permite desarrollar un espacio propio dentro de la vivienda: un lugar desde donde no le importará estudiar, dormir y desarrollar sus capacidades. En definitiva SU lugar en mayúsculas.

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