Este junio compré un piso en Montilivi (Girona). Está en un edificio un poco viejo y vivía una persona mayor, de modo que el piso necesitaba unas reformas urgentes tanto de fontanería y calefacción como de diseño, vaya. Un arreglo general. Entonces valoramos las empresas locales que se dedican a hacer reformas en Girona y finalmente llamamos a Comertec para pedir un presupuesto.
Vino un especialista a medir el piso y a tomar fotos, y ahí mismo estuvimos charlando con él sobre la idea de reformas que teníamos (renovar el baño, algún cambio en la cocina y dar un aire más fresco y moderno al hogar para que se pudiera alquilar fácilmente).
Al cabo de poco, nos mostraron un plano con diferentes opciones de reformas (con la ducha en un lado u en otro…). Elegimos la solución que nos gustó más y a partir de ahí nos hicieron un presupuesto a medida (bastante acertado, dicho sea de paso), y nos lo explicaron, cosa que agradezco mucho para que después no hubiera sorpresas con lo que se incluye y lo que no.
Aceptamos y ¡manos a la obra! En el baño, adaptaron la fontanería, tiraron un tabique para ganar más espacio, pusieron una encimera, nuevos revestimientos, un suelo nuevo… un cambio radical. En la cocina las reformas se centraron en la distribución de los espacios y los muebles, y así ganamos para meter una buena dispensa.
En este momento (terminadas las reformas más gordas), el baño y la cocina no ligaban para nada con el viejo piso de la abuelita. Parecían dos mundos totalmente distintos. Aquí fue cuando entró en juego la tarea de la interiorista (de la cual nos acordamos aún al ver que el piso parece de revista). Ella nos aconsejó acerca del resto de la vivienda: nos ayudó a sacar partido a los espacios (recomiendo éste artículo sobre éste tema), sobre todo del comedor, y a elegir muebles nuevos. Otras veces aprovechamos los trastos viejos, que con algún complemento decorativo moderno pasaron a quedar de maravilla.
Sin duda, me ha salido mucho más a cuenta comprar un piso viejo y hacer reformas en él que no comprar uno nuevo o seminuevo. Ahora lo hemos empezado a alquilar a muy buen precio, y además lo hemos podido adaptar a nuestro gusto. ¡Así que animaos!
